Es una carrera tradicional y una forma de honrar nuestro legado ancestral representado por las naciones nativas de este continente.
Es una ofrenda al Dador de Vida para que haga florecer las semillas de luz en los corazones de todos los seres que habitamos esta Madre Tierra.
Es un instrumento para la Unificación de la Humanidad, representada en sus cuatro colores y en las cuatro direcciones.
Es un acto de conciencia para volver a vivir con un entendimiento armónico y equilibrado con todas las formas de vida.
Es un ofrecimiento que damos los Hijos de la Tierra para ordenar nuestra vida y mejorar las condiciones actuales para las futuras generaciones.
Correr es una forma vital de la vida ceremonial y tradicional de los pueblos originarios de este continente. Nuestros ancianos nos han enseñado que corriendo espiritualmente se fortalece la unidad entre la humanidad, la naturaleza y el universo. Es la forma más antigua de comunicación entre pueblos. Es tamborilear con nuestros pies en el vientre de nuestra madre tierra.